Como es sabido, Heidegger le concede un rol central a la noción de “sí mismo” (Selbst) en Sein und Zeit, no sin someter a severa crítica los supuestos subjetivistas desde los cuales se ha tendido a considerar esta noción por la tradición filosófica. Es también bastante claro para los entendidos que este pensador tiene plena conciencia de la relevancia filosófica del sí mismo ya tempranamente, tal que durante el período de las lecciones tempranas de Friburgo, la fenomenología es incluso caracterizada en su núcleo central como “fenomenología del sí mismo”. Sin embargo, ¿hay sólo una concepción del ser sí mismo en Heidegger? ¿Cuál es la relación entre la concepción de ser sí mismo y la tarea de autoesclarecimiento filosófico característico del pensamiento de Heidegger? ¿En qué sentido habría que entender la célebre afirmación de Sein und Zeit según la cual “inmediata y regularmente no somos nosotros mismos”? ¿Cuál es la relevancia de las modalidades de autenticidad e inautenticidad en este respecto? ¿Se modifica sustancialmente esta concepción con la transformación interna del pensamiento de Heidegger a contar de los años treinta? Son estas, acaso, algunas de la muchedumbre de preguntas que podría seguir suscitando el tratamiento Heideggeriano del Selbst. Indudablemente la original concepción heideggeriana del sí mismo la hace una fuente filosófica de gran potencia para abordar problemas actuales como el del autoconocimiento y el autoengaño, la crítica a la primacía de la conciencia y el fenómeno de la autodeterminación, la identidad personal y práctica, la perspectiva de primera persona y el carácter referencial de “yo”.
DOI: https://doi.org/10.46605/xj.vol10.2021
Publicado: mar 24, 2021